Tras celebrar en su tierra, Ott Tänak destacó los avances logrados con el equipo para mejorar el rendimiento del Hyundai i20 WRC. “Hemos demostrado lo que podemos lograr”, comentó el campeón que se ilusiona con retener la corona.
Como suele decirse, fue profeta en su tierra. En el estreno del Campeonato Mundial de Rally en Estonia, el campeón Ott Tänak no defraudó a los suyos e impuso su ley. El ídolo local festejó en el regreso de la acción del WRC tras casi seis meses, sumó la 13ª victoria en la categoría mayor y alcanzó su primer éxito al mando del Hyundai i20 WRC para de esa forma acrecentar sus ilusiones de batallar por retener la corona en su temporada debut con la marca coreana.
“El primer evento del WRC en Estonia tenía que ganarlo sí o sí. Era extremadamente importante lograrlo. La victoria significa mucho, sobre todo en mi carrera como local. Había mucha presión este fin de semana, para ser sincero, y momentos de estrés que ahora suponen un alivio”, admitió Tänak, que antes del inicio de la cuarta fecha del calendario era indicado como el hombre a batir.
“No podía permitirme ningún error, no podía tomar riesgos, pero al mismo tiempo había que tener el ritmo necesario para ganar. Poner todo en su sitio fue un auténtico reto. Tuvimos que aprovechar esta oportunidad para remontar en el campeonato, y afortunadamente pudimos lograrlo”, agregó el estonio.
Y no quiso dejar de resaltar la tarea de todo el Hyundai Motorsport. “El equipo ha estado trabajando muy duro durante estos últimos meses; ha sido un trabajo sensacional y debemos seguir apretando, porque hemos demostrado lo que podemos lograr. El coche estaba haciendo lo que quería y el paso adelante fue impresionante en comparación con antes”, contó Tänak, que aparece tercero en el torneo a 13 unidades del líder Sébastien Ogier. “Va a ser un sprint hasta el final del campeonato. Ojalá todo salga según lo planeado”, cerró.
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