No llevará el nombre Sébastien, como sus compatriotas Loeb y Ogier, aunque el francés Adrien Fourmaux quiere emular sus inicios y brillar en el Mundial con el apoyo de la federación gala. Y mal no arrancó, ya que en su debut con el Ford Fiesta WRC en Croacia igualó el mejor debut de un piloto en un WRC de los últimos 10 años.
De los libros de Medicina a los libros de ruta… Durante algunos años Adrien Fourmaux debió resignarse, en especial por ejemplo cuando en 2013 tuvo que rechazar una prueba en un auto de rally ya que la fecha coincidía con el examen de acceso a la carrera de Medicina. Comenzó con los estudios en la Universidad de Lille para ser cirujano, aunque no archivó su sueño de probar suerte en el deporte de los derrapes.
Fue así que, en 2016, cuando la Federación Francesa de Automovilismo (FFSA) decidió reactivar el “Rally Jeunes” (Rally de la Juventud), él dijo presente. ¿De qué se trata eso? Una especie de “operación cazatalentos”, en la que anualmente se hacen selecciones regionales en varios lugares de Francia y a las que concurren (abonando algunos euros) cientos de chicos sin experiencia previa en competición pero que pretenden ser las nuevas estrellas del WRC. Los galos hace tiempo que apuestan por esta metodología, centrándose en la labor formativa, y a juzgar por los resultados mal no les ha ido, ya que de esta “fábrica” salieron los Sébastien: primero Loeb y después Ogier, los responsables de que Francia se haya adueñado de 16 de los últimos 17 campeonatos en la clase reina del Mundial.
Ya sin Loeb y con Ogier en su último año -tal como anunció-, la FFSA pretende buscar a un nuevo campeón y todas las esperanzas parecen depositadas en Fourmaux, quien no contará con el mismo nombre que los últimos monarcas, aunque sí con muchas similitudes. “Está siguiendo la misma curva de aprendizaje que tuvo 'Seb' (Ogier) hace una década”, contó Nicolas Bernardi, ex piloto mundialista de Renault y Suzuki y quien actualmente es el mentor del equipo de jóvenes administrado por la FFSA.
Arranque prometedor: Hace cuatro años, y tras ganar el “Rally Jeunes” de 2016 (ya auspiciado por M-Sport, equipo satélite de Ford), Adrien comenzó a competir en el campeonato nacional junior de su país con un Ford Fiesta R2T, acabando tercero en la general. En 2018 se quedó con el título (y de manera anticipada) tras ganar en las cinco competencias a las que acudió. Se subió a un Fiesta R5 y tampoco desentonó, así que la FFSA y sus patrocinadores no dudaron en seguir apoyándolo y promocionarlo en 2019 pero no al Junior WRC (que tal vez hubiese sido el paso más lógico) sino a la antesala de la categoría reina: el WRC2. Allí rápidamente también se hizo notar al terminar décimo en la general y segundo en el WRC2 en su debut en Montecarlo. En el atípico 2020, culminó tercero el torneo del WRC2, donde ya bajo el paraguas de M-Sport y Red Bull alcanzó su mejor resultado en el Mundial al acabar 9º en la general en Turquía.
En el arranque del 2021 igualó ese puesto y M-Sport decidió -tras el Arctic Rally de febrero- que había llegado el momento de darle la oportunidad soñada: estrenarse en el Mundial al mando de un Fiesta WRC. Y su debut fue mejor de lo esperado: terminó quinto en el Rally de Croacia, igualando el mejor debut de un piloto en un WRC de los últimos 10 años (privilegio que comparte con Kalle Rovanpera -en Montecarlo 2020- y con Bryan Bouffier -en Montecarlo 2013-). Incluso llegó a ser el segundo más rápido en dos tramos y, pese a cometer un error el domingo con una salida de camino, superó ampliamente a su compañero Gus Greensmith.
Por supuesto que los elogios no tardaron en aparecer para el joven francés de 25 años. Uno de ellos llegó de parte de Richard Millener, jefe de equipo de M-Sport Ford, que comparó su temple en un WRC con el de Sébastien Ogier: “Cuando te paras a pensar en lo que Adrien ha conseguido el fin de semana, es impresionante. Hace cuatro años ni siquiera había conducido un coche de rallies y ahora está desafiando -y en algunas especiales superando- a los chicos a los que ha visto competir cuando era pequeño. Vimos su potencial muy pronto, pero creo que en esta carrera ha superado sus propias expectativas”, destacó. “Ciertamente se puede ver un parecido con Ogier en la forma en que se comporta. El futuro de este deporte tiene muy buena pinta. No hay duda del talento de Adrien al volante, y viendo la forma en que trabajan los dos, ya puedo ver destellos de Seb y Julien [Ingrassia]”, agregó.
“Estoy muy contento con nuestro fin de semana y la única decepción es que el rally haya terminado”, dijo Fourmaux. “Fue un gran desafío, pero he disfrutado de cada kilómetro. Demostramos una buena velocidad y, sinceramente, ha habido más aspectos positivos de los que esperábamos. Mejoré mucho el ritmo y conseguí todos mis objetivos y más”, sostuvo el piloto francés, que este martes ya recibió otra buena noticia: M-Sport lo confirmó en su alineación para la primera prueba de tierra de la temporada: el Rally de Portugal (20 al 23/5).
Ahora Adrien centró sus esfuerzos en "graduarse" en el rally y puso en pausa los estudios. “Me hubiera costado un año más ser médico; mis compañeros de entonces ahora obtendrán su licencia. Por supuesto, surge la pregunta de si tomé la decisión correcta. Y digo que sí, porque estoy muy feliz de estar aquí; no me arrepiento de nada”, respondió quien también afirmó que la medicina le “dio un rigor de trabajo que le sirve mucho en los rallies”. Hoy es considerado la última joya que el programa de jóvenes promesas de la Federación Francesa de Automovilismo (FFSA) ha hecho brillar. Y él se ilusiona con tomar la posta en el reinado de sus compatriotas dentro del WRC, aunque no se llame Sébastien...
Fotos: M-Sport y Facebook Fourmaux
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