Claudio Robustelli viene de festejar en la Vuelta de la Manzana para sumar su cuarto triunfo de la temporada y afianzarse en el mando de la Copa MR con el VW Polo Maxi Rally que le entrega el Baratec. “Tengo que cuidar los puntos y la verdad es que cuento con un auto que es un cañón”, admitió el bonaerense en el pasado capítulo de #CharlasDeRally.
Es el más ganador de la temporada. Claudio Robustelli atraviesa una gran presente dentro del Rally Argentino siendo el único piloto que ya subió en cuatro oportunidades al escalón más alto del podio (victorias en las citas de General Madariaga, La Rioja, Mina Clavero y General Roca) para ser el principal referente en el torneo de la Copa RC MR. Y por supuesto fue también otro de los invitados del pasado capítulo de #CharlasDeRally realizado por Entre Motores junto a Rally y Más Automovilismo.
Respecto a su reciente triunfo en el Alto Valle de Río Negro (en una competencia que debió terminarse antes de tiempo el domingo a raíz de las complicaciones con la lluvia), el “Tano”, indicó: “Se puso brava la Manzana. Es una carrera hermosa, yo es la segunda vez que la corro y me encantó. Los caminos muy lindos, pero el clima complicó todo y la verdad que ya el domingo más que disfrutarla la padecimos. Tratamos de andar con mucho cuidado; me mandé unos cuantos bloopers. Pienso que no es bueno suspender, pero ya por un tema de seguridad y demás se había puesto peligroso. Arrancó el viernes a llover y no paró más. Pensé que el domingo ni íbamos a largar. Yendo en enlace fue impresionante el agua que cayó, ni hablar cuando estábamos entrando al tramo. Y ya realmente no la disfrutás, cuando te tirás en los charcos vas pensando en qué te va a hacer el auto, pensando en levantar porque te toma agua el motor… Ya estás pendientes de un montón de otras cosas que en una carrera normal ni se te pasan por la cabeza”.
¿Cómo se comporta el auto en el barro? “El auto hace un montón de cosas raras. Por ejemplo, el sábado en la segunda pasada se me dificultó leer el piso cuando está así porque a lo mejor tenés un pedazo de piedras que está firme, después hay esa tierra amarilla y por ahí te confiás un poco porque cuando hiciste la hoja estaba todo seco y no tenés la referencia de dónde te cambia el piso. Vas dudando un montón. Y cuando te confiás te aparece una curva en la que salís espantado, algo que me pasó porque me pasé dos veces, hice un trompo… Empezás a tomar más precauciones; algunos se tiran y tal vez le sale; a mí no me sale”, respondió.
En la Manzana 2022, el bonaerense (navegado por Claudio Ocampo) debió batallar con su coterráneo Diego Miceli, quien se mostraba muy sólido y lideraba hasta sufrir inconvenientes. “En la carrera anterior rompí una goma y tuve otros problemas por ese motivo, así que quedé lejos en esa fecha. En esta la verdad que Diego (Miceli) estaba muy rápido y tuvo la mala suerte el domingo de romper el motor. Yo lo que busco es sumar. Venimos bien. Estoy tratando de correr un poco con la cabeza, pero se me hace difícil porque no sabés cuál es el punto. A veces decís: `Bueno, vamos a salir tranquilos a no hacer cagadas´. Pero ¿cómo es salir tranquilos y no hacer cagadas? Es difícil. Capaz que salís a hacer un tramo tranquilo para no hacer macanas y te terminan metiendo mucho tiempo”, contó Robustelli, que cuenta con 50,5 unidades de ventaja en el torneo.
Y agregó: “Hay que encontrar el límite entre cuidar y andar rápido; quizás no jugado porque los que se tienen que jugar son los que vienen de atrás. Tengo que cuidar los puntos y la verdad es que tengo un auto que es un cañón como todos los que arma Mario (Barattero) con los chicos en el taller. No se para y eso me ayuda mucho a hacer kilómetros y a seguir aprendiendo. Ahora se viene Córdoba y para mí la montaña es una novedad. He corrido dos veces en la montaña: me gusta, pero me falta muchísimo. Veremos cómo sale”.
Y pese a venir del llano, Claudio no duda en su elección: “Personalmente me gusta más lo trabado que lo rápido. Me siento cómodo en lo trabado y me cuesta lo rápido, las curvas veloces y esa parte de las curvas ciegas. En las carreras rápidas se me complica en las frenadas, porque por ejemplo acá en el llano uno llega a una curva y es un corso: están todos los palos pintados, hay cintas… Somos de marcar mucho la referencia. Y a eso en el Argentino no lo hacés salvo que haya un transformador pintado de naranja… Por eso me cuesta mucho; regalo mucho en la frenada, no termino de aprender visualmente la distancia. Hay carreras que me cuestan más. En La Rioja por ejemplo no pensé que iba a andar tan bien. Es una combinación de muchas cosas: de confianza, de feeling con el auto, de cómo te levantas esa mañana… Pero la verdad es que son todas carreras hermosas para mí ya que esto es una experiencia nueva”.
Fotos: Rally Argentino
Comments