En 1973, el auto también conocido como “Berlinetta” se convirtió en el primer vehículo en ganar en una prueba del recién estrenado Campeonato Mundial de Rally.
En estas últimas semanas, desde EntreMotores venimos publicando un Ranking con los Autos más emblemáticos del WRC. Claro que al momento de hacer la lista, muchos vehículos debieron quedar al margen, aunque bien podrían haber integrado la misma por dejar su huella en la especialidad de los derrapes. Y uno de ellos es el Alpine A110, el primer auto ganador de la era mundialista.
Tras la Segunda Guerra Mundial apenas se producían automóviles en Europa. Jean Rédélé, un emprendedor jefe de taller de Dieppe, incursionó en el mundo de la competición. Fue el fundador de Alpine y debutó como constructor con el A106, que tomó como base el Renault 4CV. Tras los buenos resultados obtenidos, Rédelé preparó las versiones A108 y, finalmente, el A110. Al igual que sus antecesores, el A110 tomó como referencia un modelo de Renault, en este caso el 8, que cedió numerosas piezas a su primo deportivo. El proyecto corrió a cargo del diseñador italiano Giovanni Michelotti, que concibió una afilada carrocería montada sobre un chasis tubular con carrocería de fibra de vidrio, motor trasero longitudinal y tracción igualmente posterior. Precisamente su primera configuración de carrocería fue la que le otorgó el apodo de “Berlinetta”, aunque posteriormente llegó a ofrecerse también como descapotable. El A110 era un singular biplaza que se destacaba por su estética, su aspecto agresivo acorde a su orientación deportiva, pero también por sus extraordinarias cualidades dinámicas.
En 1973, ya siendo Alpine propiedad total de Renault, la FIA crea el Campeonato del Mundo por lo que ese año los rallies se convirtieron en una especialidad plenamente reconocida con su propia competición internacional, al igual que la Fórmula 1 o el Mundial de Sport Prototipos. El A110 hizo su debut en el Rally de Montecarlo de 1973, con un estreno victorioso en manos del piloto francés Jean-Claude Andruet. Ese mismo año, con el equipo compuesto por Bernard Darniche, Jean-Pierre Nicolas, Jean-Luc Thérier y otros pilotos (incluyendo a Andruet), el A110 ganó la mayoría de las carreras en las cuales participó el equipo (con cinco victorias más), dando al Alpine el primer título mundial de constructores, delante de rivales como Fiat y Ford.
Al año siguiente, el Lancia Stratos hizo su irrupción, siendo el primer automóvil diseñado específicamente para carreras de rally, y dominó la escena. Al mismo tiempo, el A110 había llegado al límite de su proyecto. Aunque en manos de pilotos privados siguió recolectando victorias algunas temporadas más y de esa forma agrandando su prestigio y leyenda. De hecho, año tras año son muchos los que se inscriben en el Montecarlo Histórico. No hay dudas de que la famosa “Berlinetta” es uno de los clásicos más deseados por los aficionados.
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